Muchos de nosotros pensamos que nos cepillamos los dientes correctamente, pero ¿y si descubres que puedes mejorar? Aquí van algunos consejos que te ayudarán a tener una mejor dentición u optimizar la higiene bucal de tu hijo:
- Tanto el cepillo eléctrico como el manual son buenos. Es cuestión de encontrar el que mejor te venga. También existen cepillos especiales, dediles y otros utensilios para realizar la higiene bucal acorde a las características de cada persona.
- Un buen cepillado lleva como mínimo entre dos y tres minutos.
- Usar cepillo dental sin agua ni pasta previo al cepillado es beneficioso porque arrastra mejor las bacterias que se alojan en nuestros dientes.
- Usa una pasta dental adecuada para ti. Consulta a tu dentista cuál es la indicada en tu caso.
- Si utilizas pasta dental, en el caso de los niños la cantidad debe ser como una lenteja y en un adulto como un garbanzo pequeño. No es necesario usar más cantidad. Cuando finalices el cepillado, no enjuagues la boca, si has usado la cantidad adecuada, la pasta seguirá haciendo efecto en tus dientes durante el tiempo que permanezca en ellos.
- Si se te acabó la pasta de dientes, no te preocupes, no es imprescindible para un buen cepillado.
- El cepillado se complementa con la limpieza entre dientes y para ello podemos usar seda dental o un limpiador interdental. Las bacterias que causan las caries sobreviven entre los dientes, en las zonas donde las cerdas del cepillo dental no llegan. Así, ayudaremos a eliminar la placa y los restos de alimentos que puedan haber quedado entre los dientes y bajo la línea de las encías.
- No olvidemos la higiene de la lengua. Donde también se acumulan bacterias. Podemos limpiarla con el cepillo o usar un limpia-lenguas. Esto ayuda a mantener un aliento fresco.
- Otra opción es el colutorio o enjuague bucal. Existen diferentes tipos y algunos utilizados para enfermedades bucales. Hay personas muy sensibles al cepillado, y en ocasiones, se sustituye por la limpieza con gasa y colutorio. Consulta con un especialista si en tu caso es necesario utilizarlo o puedes prescindir de su uso.
- Cambia el cepillo de dientes con regularidad, cada 3 o 4 meses porque las cerdas se desgastan, pierden flexibilidad y efectividad. Observa tu cepillo diariamente y si antes de ese periodo ya lo ves deteriorado, es el momento de cambiarlo. Es importante lavarlo tras cada uso, colocarlo en posición vertical y sin tapar hasta que se seque completamente, pues así, reducimos las posibilidades de que se acumulen bacterias.
- Si tienes las encías inflamadas, puedes usar pasta rica en flúor (ayuda a eliminar la placa y protege el esmalte) o clorhexidina (sustancia desinfectante), aunque es recomendable visitar al dentista para que nos aconseje que es mejor en cada caso.
- Si tus encías sangran, no es algo normal, es síntoma de enfermedad periodontal. Sufres inflamación y es probable que se deba a un acumulo de sarro o placa bacteriana. Cuando esto sucede, se recomienda acudir a tu dentista. Puede que necesites un tratamiento, una limpieza dental… En niños con patología neurológica, hay que cuidar mucho la higiene bucal porque una gingivitis (proceso inflamatorio reversible) puede dar lugar a una periodontitis (gingivitis prolongada en el tiempo que destruye los tejidos de soporte como el ligamento periodontal, el hueso alveolar…) u otras patologías de encías.
Publicado el 16 de abril de 2018 por expacioweb.